sábado, 9 de febrero de 2013

No, fulanito, Pilar no puede bajar a jugar hoy.

Está castigada.
Es por su mal humor
sus ganas de matar gente
de apagar su propio motor.

No, fulanito, Pilar ya no es esa que conocías.

Comprendo tu confusión pero
ya no está bajo esta ojeras
ni siquiera dentro de esos ojos.
No le digas nada que la alteras.

No, fulanito, Pilar no quiere que vengas a ayudarla.

Hay millones más agradables.
Tu visita no le fortalece.
Dice que no te necesita
que ni las gracias merece.

No, fulanito, Pilar no está.

Se ha ido por fin.

Quiere inventarse un sueño al que perseguir. Subirse a todos los autobuses en busca de su tren. Olvidar caras y recordar los nombres mezclados. Confiar un poco más en sí misma

    huir de todos.

Y así quizás se tropiece en algún escalón con aquella que busca(s).

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